PODCAST PARA EL CAMPO - "HABLEMOS DE LA FINCA"
Bienvenido al programa, “Hablemos de la Finca”, podcast No. 2 . Este programa será un espacio para hablar de algunas fincas que existen en nuestro continente americano y quizá de otros continentes, si es que aparecen voluntarios que quieran participar en el programa. En él, estaremos tomando como referencia una finca, conoceremos la historia del nombre, su propietario, los cultivos que siembra y las actividades pecuarias que realiza. Al final se hará énfasis sobre el cultivo o la actividad pecuaria más importante y de mayor relevancia para la finca.
Si bien, estoy continuando
este segundo podcast con otra finca de Nicaragua, la oportunidad de
participación queda abierta para el resto de productores de Nicaragua y para productores de otros países de habla hispana.
Para este segundo podcast tenemos como invitado al productor Miguel Navarrete, propietario de la
finca Caupolicán, nombre dado en honor al gran cacique que libró grandes batallas a la conquista española en la época de la colonización.
A continuación dejo el poema de Ruben Darío dedicado al Gran Caupolicán
Es algo formidable que vio la vieja raza:
robusto tronco de árbol al hombro de un campeón
salvaje y aguerrido, cuya fornida maza
blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.
Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
pudiera tal guerrero, de Arauco en la región,
lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,
desjarretar un toro, o estrangular un león.
Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día,
le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,
y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.
«¡El Toqui, el Toqui!» clama la conmovida casta.
Anduvo, anduvo, anduvo. La aurora dijo: «Basta»,
e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.
robusto tronco de árbol al hombro de un campeón
salvaje y aguerrido, cuya fornida maza
blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.
Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
pudiera tal guerrero, de Arauco en la región,
lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,
desjarretar un toro, o estrangular un león.
Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día,
le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,
y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.
«¡El Toqui, el Toqui!» clama la conmovida casta.
Anduvo, anduvo, anduvo. La aurora dijo: «Basta»,
e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.
Nota: Si el contenido de esta lección te ha resultado interesante, arriba te dejé el link para que escuches el video completo. Una vez que lo hayas escuchado no te olvides en darme un clic en seguir o suscribirte para ser notificado cada vez que haya una nueva publicación. También puedes hacer clic en los tres puntitos de la derecha para descargarlo y así poder escucharlo sin acceso a internet.
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