CURSO DE FINANZAS PERSONALES
Los humanos somos seres especiales, así nos hizo El Creador, tenemos un cuerpo físico,
que es lo que somos externamente, como nos ven nuestros amigos, familiares y demás
personas de la sociedad. Podríamos decir que es nuestra figura externa. Pero también
tenemos un mundo interior lleno de cosas invisibles, una de ellas es la autoestima, la
cual es muy importante en nuestras vidas.
De ahora en adelante sabrás porqué te hago
esta afirmación.
La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones,
sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos,
hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro
cuerpo y de nuestro carácter. Carl Rogers, máximo exponente de la psicología humanista, expuso que la raíz de
los problemas de muchas personas es que se desprecian y se consideran seres sin
valor e indignos de ser amados. En efecto, el concepto de autoestima se aborda
desde entonces en la escuela humanista como un derecho inalienable de toda
persona, sintetizado en el siguiente axioma: “Todo ser humano, sin excepción,
por el mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de
sí mismo; merece estimarse a sí mismo y que se le estime".
Origen de la autoestima
Todos y cada uno de nosotros nacemos, crecemos y vivimos en un lugar determinado.
Unos nacen en familias indigentes, otros en familias pobres; algunos en familias cómodas, y otros en familias ricas. Es decir, se nace en un mundo determinado; nadie escoge ni a la familia ni el sitio donde va a nacer. Es por eso que los padres de familia, inconscientemente, les transmiten a sus hijos conceptos, sentimientos, creencias y comportamientos, correctos o incorrectos.
Las enseñanzas que se dan en el seno de la familia son trascendentales para el futuro de los hijos al momento de fundar sus propias familias y en su actuación social. Los hijos le copian a sus padres lo que ellos fueron o son en la actualidad, es decir, los buenos o malos hábitos, buenas o malas costumbres, amor al trabajo o pereza, espíritu de lucha o derrotismo, actitudes positivas o negativas hacia la vida, la búsqueda de la riqueza y la prosperidad o la pobreza, principios para ser un buen o mal ciudadano, creyente o ateo.
Pudiéramos seguir mencionando muchas cosas más, pero me detendré aquí, porque lo que quiero es expresarte que tus valores como ser humano están marcados por todas esas enseñanzas que recibiste y encontraste en ese lugar donde naciste y creciste. Sin embargo, ese bagaje original puede ser modificado. Si bien no has sido tú quien ha escogido el sitio o estrato donde nacer, eres tú quien decide y diseña el sitio y estrato donde transcurrirá tu trayecto de vida. Además, el Creador te ha dado una herramienta muy poderosa, que es la inteligencia, para que seas capaz de reflexionar sobre el tipo de persona que eres, quién quieres ser en esta vida y la manera como decidas llevarla adelante, ya sea alguien que se ame a sí mismo o alguien que se autodestruya ante las dificultades, problemas, calamidades y pobreza.
Nota: Si deseas la información completa, te invito a que escuches el siguiente audio.
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